El aislamiento acústico es esencial para el confort de un hogar, así como lo es para la concentración en un espacio de trabajo. En la ciudad, el ruido y la contaminación acústica son una constante con la que no podemos dejar de contar. Por eso, el uso de aislamiento acústico se está volviendo cada vez más frecuente. Un buen aislamiento acústico para techos detiene los ruidos provenientes del piso de arriba, pero también reduce las filtraciones de sonido, por lo que el estruendo de la calle tendrá más dificultades para entrar. Por supuesto, también está el factor privacidad. La reducción de ruidos, ya sea en casa o en el trabajo (que, sobre todo hoy en día, puede ser el mismo espacio), es una inversión en calidad de vida.
Los sonidos exteriores pueden desconcentrar, molestar o interrumpir el sueño, lo cual a la larga tiene muchas consecuencias en el confort y el funcionamiento diario. Con un aislamiento acústico para techos de fácil instalación, este problema se convertirá en cosa del pasado antes de que te enteres. De cara a nueva construcción o a una reforma, o incluso si no la tenías prevista, muchos sistemas son perfectos para blindar tu espacio contra el ruido, mejorar la acústica y conseguir los mejores resultados con las menores molestias.
¿Cómo funciona el aislamiento acústico para techos?
La base siempre es la misma, la instalación de materiales que bloquean el ruido. Debido a la composición física de estos materiales (y al grosor), las ondas de sonido no encuentran por dónde pasar y son absorbidas por el techo. Se trata de materiales cuya composición tiene pocos huecos por donde pueda pasar el sonido y con buena absorción de ruido. Esto se traduce en que, al otro lado del material, llega poco o nada del sonido de fuera.
El aislamiento acústico para techos puede instalarse durante la construcción o a modo de reforma. Debido a la facilidad de instalación y a que los materiales suelen ser ligeros, el aislamiento acústico para techos es muy compatible con las reformas rápidas. Normalmente, hablamos de falsos techos continuos o desmontables, que se colocan tapando el techo de construcción. Para ello, se montan estructuras metálicas colgando del techo y en ellas, se colocan las placas y piezas del aislamiento acústico.
Al aislar acústicamente un interior, lo que conseguimos no es solo evitar que entre y salga el ruido. También se reducen las vibraciones que, a veces, puede provocar un televisor o unos altavoces cuando se pone el volúmen muy alto. Los sistemas de aislamiento acústico para techos están pensados para tener un buen acabado estético y para molestar lo mínimo durante la instalación, así que estas reformas ofrecen el máximo confort, tanto durante como después de la obra.
Soluciones de aislamiento acústico para techos
Hay muchos materiales, cada uno con sus especificaciones, ventajas y forma de instalación. Por ejemplo, la lana de roca da lugar a techos muy polivalentes, adaptables para casi cualquier proyecto. Puede instalarse como techo continuo o desmontable, y además ofrece un aislamiento extra: el térmico. La lana de roca es muy resistente contra la humedad y el fuego, por lo que también ofrece protección.
Las placas de yeso también resisten bien el fuego y los impactos, además de ser muy ligeras y tener muchos acabados estéticos posibles. También son muy sostenibles y cuidan el medio ambiente. Las placas de yeso se usan mucho para techos desmontables, lo cual las hacen perfectas para clientes que necesiten acceder al techo por la instalación eléctrica o de ventilación. Otras opciones de aislamientos acústicos para techos son la fibra mineral, de características similares a la lana de roca.
Todas estas opciones las encontrarás en nuestro catálogo, con sus especificaciones detalladas. Nuestro equipo humano conoce cada detalle sobre las opciones de aislamiento acústico para techos, por lo que podrán asesorarte y ayudarte a tomar la decisión correcta para tu proyecto.