El aislamiento térmico es una técnica mediante la que se aísla un edificio frente a las temperaturas extremas tanto de frío como de calor. En los procesos de aislamiento térmico se usan materiales que evitan la transmisión de calor, manteniendo la temperatura interna de una construcción. Hay muchas zonas donde las temperaturas habituales de calor o de frío son muy notables, lo que obliga a los residentes a vivir en situaciones poco cómodas o, en cambio, gastar grandes cantidades de dinero y energía en estufas o aires acondicionados. El aislamiento térmico se presenta como una solución a largo plazo contra las temperaturas extremas y el consumo energético.
Aparte de ser una opción más cómoda que los electrodomésticos de climatización, las ventajas económicas y ambientales son considerables. También hay que tener en cuenta que en España y en Europa ya se están poniendo en marcha leyes que buscan mejorar la eficiencia energética y la huella ambiental de los edificios, por lo que la mayoría de los proyectos de reforma o construcción van a necesitar algún tipo de aislamiento térmico. A continuación, explicaremos el funcionamiento, los materiales y las ventajas del aislamiento térmico.
Cómo funciona el aislamiento térmico
La base del aislamiento térmico es la elección de un material con poca transmisión de calor, es decir, que evite el paso del calor. Los materiales que se usan en el aislamiento térmico evitan que el calor se desplace a través de ellos, manteniendo el interior caliente en invierno y evitando que se caliente más en verano. Es decir, no deja al calor ni entrar ni salir en cantidades molestas.
Materiales de aislamiento térmico
Materiales sintéticos
Compuestos por materiales como plásticos, polímeros procedentes del petróleo y otros materiales aislantes sintéticos. Los más utilizados son:
- Poliestireno expandido (EPS): La relación entre densidad y baja conductividad térmica lo hacen uno de los materiales más eficientes. También absorbe la humedad, por lo que no se recomienda en lugares con nevadas frecuentes.
- Poliestireno extruido (XPS): Igual que el anterior, pero no es tan absorbente, por lo que es utilizable en lugares con mucha humedad.
- Poliuretano: Se usa generalmente como espuma, por lo que se aplica mediante inyección o dispersión sobre una superficie. Tiene una gran capacidad de adherencia y tiene mayor rendimiento térmico.
- Polietileno: Son rollos formados por una o varias capas de burbujas de polietileno, situadas entre varias finas láminas de aluminio. Su grosor es variable.
Lanas minerales
Es el material más empleado en el aislamiento térmico. Se trata de un entrelazado de filamentos de materiales pétreos (rocas y minerales), formando un fieltro que mantiene el aire en estado inmóvil. También sirven de aislamiento acústico y protegen contra el fuego. Por ello, resultan materiales muy versátiles.
- Lana de roca: Dentro de las lanas minerales, encontramos estos aislantes en forma de manta o panel no rígido fabricados con piedras volcánicas. Se utiliza en suelos, cubiertas y fachadas, así como falsos techos, buhardillas o tabiques interiores.
- Fibras de vidrio: Se combinan finas fibras de vidrio con yeso, cemento, aglomerantes y resinas. Es mejor aislante acústico que la lana de roca y resiste mejor la humedad. Es más liviana que otros aislantes y de muy baja conductividad térmica.
Disfruta las ventajas del aislamiento térmico
El aislamiento térmico es una solución duradera y rentable para conseguir temperaturas confortables en todo tipo de edificios. Al no dejar entrar ni salir el calor, se disminuye la necesidad de electrodomésticos como calentadores o aires acondicionados. Esto supone un ahorro económico y energético considerable. Incluso cuando usamos alguna de estas máquinas, el esfuerzo que necesitan para ser efectivos es menor, por lo que gastamos menos y durante menos tiempo. Así, contribuimos a disminuir la huella ecológica de nuestro hogar.
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